El bloque de diputados que abandonó el Frente para la Victoria (FPV) ya decidió una medida con la que se va a diferenciar de la bancada kirchnerista: dará quórum para el inicio de las sesiones, por lo que le facilitará la tarea al Gobierno en la Cámara baja.
«No vamos a votar cualquier cosa. Somos el bloque del PJ y oposición. Pero no creemos en eso de cuanto peor, mejor; queremos que le vaya bien a Macri», dijo a LA NACION el ex titular de la Anses Diego Bossio, uno de los impulsores de la ruptura.
La postura que adoptará la nueva bancada quedó ratificada en una reunión que mantuvieron ayer, en la sede de Smata, el sindicato de los mecánicos. Del encuentro participó el correntino Oscar Macías, que ayer confirmó su alejamiento del FPV y se sumó como nueva incorporación al grupo rebelde. Lo mismo haría en las próximas horas el ex gobernador de La Rioja Luis Beder Herrera, otro de los que anteayer estaba en duda. En cambio, Emilia Soria (Río Negro) se mantiene por ahora en el FPV.
De esta manera, el «Bloque Justicialista» tendrá 17 miembros: 14 que se fueron o planean irse de la bancada que preside Héctor Recalde, dos diputados del PJ de La Pampa y el ex massista Alberto Roberti. En el espacio están los diputados que responden al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, otro de los artífices del quiebre del FPV.
Los disidentes argumentan que en el bloque kirchnerista no había lugar para las diferencias y que, por órdenes de Cristina Kirchner, la conducción de la bancada había tomado decisiones inconsultas, como la denuncia penal contra funcionarios del Gobierno por los decretos que dictó Macri en sus primeros días.
Una definición importante que surgió del encuentro de Smata y de las reuniones preparatorias es que el nuevo bloque intentará convertirse en la voz de los gobernadores. El grupo tiene el respaldo de cinco mandatarios provinciales del PJ: además de los casos de Urtubey, Carlos Verna (La Pampa), Sergio Casas (La Rioja) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego), los organizadores del espacio también aseguran tener el apoyo de Domingo Peppo, sucesor de Jorge Capitanich en Chaco.
«Estamos totalmente de acuerdo con la postura de Pichetto. Bossio habla con Miguel todos los días», dijo a LA NACION uno de los diputados díscolos y recordó que Juan Manuel Pichetto, hijo del jefe de los senadores del FPV, trabajaba con el ex jefe de la Anses. El nuevo bloque le planteará al oficialismo que está abierto a negociar apoyo a determinados proyectos a cambio de ayuda financiera a las provincias.
Con esa estrategia, el «Bloque Justicialista» intentará tomar distancia del FPV y, a partir de una buena llegada al gobierno nacional, ganarse la confianza del resto de los gobernadores peronistas. Es el camino elegido para tratar de ampliar la nueva bancada. Los eventuales pases están supeditados también a la evolución de las negociaciones para el recambio de autoridades en el PJ.
Luego de formalizar el quiebre, Bossio recibió una catarata de críticas del kirchnerismo (ver aparte). Pero también llamadas más amables, como las de Urtubey y Sergio Massa. El jefe del Frente Renovador se reunirá este fin de semana con el gobernador de Salta y con el Presidente, en Jujuy. Ese acercamiento también se notará en la Cámara de Diputados, donde la nueva bancada apostará a trabajar «en muchos temas» de manera coordinada con el massismo.
Otro apoyo clave que gestiona el nuevo bloque, con Bossio y Urtubey a la cabeza, es el de los sindicatos. Un dato clave es que la reunión de ayer se hizo en Smata, con la presencia del titular de ese gremio, Ricardo Pignanelli, y la de anteayer en la sede del taxistas, de Omar Viviani.
El ingrediente gremial estará presente también en la agenda que elaboran los diputados que dejaron el FPV. A la cabeza de los reclamos se ubicará el incremento del piso de impuesto a las ganancias y la devolución del IVA a los sectores más vulnerables, dos medidas que el Gobierno ya prometió.
fuente LA NACIÓN