El avión privado aterrizó en San Fernando a las 10.40. Venía de Río Gallegos, Santa Cruz. El pasajero era Martín Báez y lo acompañaba un jefe de la DGI. Fue el 2 de noviembre de 2012. Ese día, poco después de las 12, Martín, hijo mayor de Lázaro Báez, fue registrado por las cámaras de seguridad de la financiera SGI (La Rosadita) contando pilas y pilas de dólares.
Un minuto antes de la hora oficial del aterrizaje (a las 10.38.50), Daniel Pérez Gadín, el contador de Báez que también aparece en los videos, recibió una llamada de un teléfono con característica de Santa Cruz. Seis minutos después, fue Pérez Gadín quien llamó a otro número de la misma característica. El juez federal Sebastián Casanello sospecha que ambos teléfonos podrían ser líneas no declaradas de Martín Báez. Por eso, pidió profundizar la investigación. De ser así, el juzgado habría dado con una forma de conocer los movimientos de Martín Báez, rastrearlo y saber, por ejemplo, cuán habitué fue de La Rosadita y con qué giros de fondos coinciden sus visitas a la financiera.
Todo esto podría saberse siguiendo las antenas por medio de las cuales esos teléfonos recibieron y emitieron llamadas. Se trata de dos líneas de Movistar. El domicilio de facturación de ambas es de Río Gallegos y coincide con el declarado por empresas del grupo Báez.
El juzgado también investiga los movimientos de otro de los protagonistas de los videos que se conocieron la semana pasada. Se trata del presunto encargado de las empresas de aviación de Lázaro Báez, Walter Zanzot. Él aparece en las imágenes mientras observa el conteo del dinero.
Casanello ordenó que las empresas telefónicas le informaran qué teléfonos usaba Zanzot y también los que hubieran tenido registrados las firmas Top Air y Aviación del Atlántico Sur (ambas presididas por Zanzot y sospechadas de ser de Báez). La semana pasada, el juzgado dio cuenta de versiones de que Zanzot sería una persona que podría transportar dinero evitando controles de seguridad en distintos aeropuertos.
Además, para determinar con precisión la cantidad de dinero que se ve en las grabaciones, Casanello pidió asistencia al Banco Central de la República Argentina (BCRA). Hoy está previsto que se presente en el juzgado un experto del banco.
Ayer por la mañana, Casanello dio entrevistas a las radios Nacional, Vorterix y La Red. El domingo había hablado con el programa La cornisa, de Luis Majul. Defendió su investigación, destacó la importancia de los videos y dijo que la ex presidenta Cristina Kirchner no está involucrada en la causa (nunca fue imputada por el fiscal en este expediente). El objeto procesal en este caso es un presunto lavado de dinero de Báez y su entorno. «Hace tres años trabajamos sin pausa -se defendió ayer el juez-. La causa está impulsada desde el día uno. No estamos paveando. Decir que no queremos que avance rápido son especulaciones infundadas.»
Reiteró además que el llamado a Báez lo dispuso como consecuencia de la aparición de los videos, difundidos por El Trece la semana pasada.
fuente LA NACIÓN