Al día siguiente de su retorno a la escena pública, Cristina Kirchner tomó en persona la conducción de su espacio político y, en una reunión de tres horas y media con los diputados del Frente para la Victoria (FPV), los instruyó a dar los primeros pasos para conformar un frente ciudadano de resistencia a las políticas del gobierno de Mauricio Macri.
«Tenemos que ser la válvula de escape del sistema», fue una de las indicaciones que les dio la ex presidenta a los 71 diputados reunidos en la sede el Instituto Patria. Fue la inauguración de la fundación desde la que intervendrá en política en esta nueva etapa. «Hay que contener a la gente. Nosotros somos la oposición. El primer responsable por la gobernabilidad es el Gobierno», agregó Cristina, según el relato de los legisladores que salieron del palacete de Rodríguez Peña 80, a dos cuadras del Congreso.
La conformación de un frente ciudadano, propuesta que había lanzado durante el acto que encabezó anteayer en los tribunales de Retiro, no tiene por ahora muchos detalles. La instrucción general de la ex presidenta a sus diputados fue que debían coordinar el trabajo legislativo con la presencia en el territorio. «Nos pidió que habláramos con todos: con las organizaciones intermedias, con los gremios, con las asociaciones de vecinos, con los intendentes, los legisladores provinciales, las cámaras empresariales, con todos», resumió la secretaria parlamentaria del bloque del FPV, Teresa García.
Cristina no habló de su situación judicial ni de su encuentro con Claudio Bonadio, el juez que la indagó anteayer en la causa por el dólar futuro y al que ayer denunció ante el Consejo de la Magistratura. Tampoco hizo referencias a las internas del peronismo. No hizo falta. Las diferencias dentro del FPV estaban a la vista. A la reunión no fue el diputado José Luis Gioja, candidato a presidente del PJ en la llamada «lista de unidad», un acuerdo del que no forma parte el kirchnerismo duro. Otro que faltó fue el ex gobernador de Misiones Maurice Closs, uno de los que votaron a favor del pacto con los fondos buitre. De los propios, la ausencia más notoria fue la de Máximo Kirchner.
Cristina fue la encargada de abrir y de cerrar el encuentro, que empezó a las 17.45, cuando ella llegó desde su departamento en Recoleta. Ahí había recibido a dirigentes de organismos de derechos humanos. Participaron la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; la líder de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida; la presidenta de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, Angela «Lita» Boitano, y las dirigentes Haydée García Buela y Vera Jarach, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
Diagnóstico
La entrada del Instituto Patria estaba vallada y repleta de militantes. Al abrir el encuentro con los diputados, Cristina les pidió que hicieran un diagnóstico de la situación socioeconómica en cada una de las provincias. Para eso tomó la palabra un legislador por distrito. La primera en hablar fue la chaqueña Sandra Mendoza. Todos describieron panoramas muy complicados. En especial, el diputado por Santa Fe Marcos Cleri, que se refirió a la situación de las empresas del sector metalmecánico. También fue muy duro el diagnóstico del sindicalista de la Unión Obrera Metalúrgica Abel Furlán, el único al que Cristina le hizo varias preguntas para profundizar en el problema del empleo. Los principales dirigentes de La Cámpora no hablaron.
Al final, ella retomó parte de lo dicho por los diputados e hizo un análisis de la actual situación económica. Como había hecho en el acto de anteayer, sostuvo que Macri está convencido del camino que está tomando, pero insistió en que se trata de un rumbo que lleva a la recesión y la crisis. Reiteró que la devaluación no solucionó los problemas de las economías regionales y advirtió que hay un proceso de «refinanciarización» de la economía, producto de los altos intereses que paga el Banco Central.
En un claro rol de conductora del espacio, les dijo que había que tener una posición constructiva. Les pidió además que dejaran de lado las preocupaciones electorales y se dedicaran a construir un «frente ciudadano» lo más amplio posible, con todos aquéllos que piensen que la situación empeoró en estos cuatro meses de gobierno de Macri. Ella hará un monitoreo de los avances que se hagan en cada territorio. Para eso, les prometió, se quedará más tiempo en Buenos Aires.
fuente LA NACIÓN