Exactamente una semana después, la diputada jujeña que vinculó a Máximo Kirchner con el supuesto desvío de dinero del que se acusa a Milagro Sala, cambió su versión sobre por qué tuvieron que internarla el viernes pasado, después de tomar una cantidad importante de pastillas.
El viernes pasado, allegados a Mabel Balconte habían vinculado su hospitalización con la ingesta de pastillas para dormir mezcladas con medicamentos para la presión.
Ayer, en conferencia de prensa, Balconte admitió que, en realidad, quiso suicidarse después de recibir una supuesta amenaza de la Tupac Amaru, la organización que maneja Sala.
«Tomé las pastillas como diciendo «Quiero dormir, quiero dormir y que esta pesadilla se termine», porque no es la primera amenaza que recibo con mi familia desde la Tupac», dijo ayer Balconte desde su casa en San Pedro, en Jujuy, horas después de ser dada de alta.
Según el relato de la diputada, el jueves de la semana pasada una integrante de la Red de Organizaciones Sociales, que integran la Tupac y otras agrupaciones jujeñas, se le acercó para advertirle que sus hijos y ella estaban en peligro e iban a terminar «destruidos».
«Creo que he llegado a un precipicio. Capaz que me equivoqué en tomar las pastillas, capaz que hubiera pasado algo mayor», completó Balconte.
La semana pasada, cuando la diputada quedó internada en terapia intensiva del hospital Santa María de San Pedro, tanto su marido como su abogado, Guillermo Puertas, habían negado rotundamente que Balconte hubiera intentado suicidarse. En cambio, atribuyeron la internación a una descompensación por haber mezclado pastillas.
«Yo me manejé con la información que en su momento me dio el marido [de Balconte]», se excusó Puertas, en diálogo con LA NACION.
El mismo viernes la Tupac había denunciado el intento de suicidio de Balconte y responsabilizado al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
fuente LA NACIÓN