Ibar Pérez Corradi, sospechado de ser el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez, enfrentó ayer su segundo día de indagatoria ante la jueza federal María Romilda Servini, esta vez en los tribunales federales, y apuntó con sus dichos al ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray, al ventilar negocios sobre el tráfico de efedrina.
Pérez Corradi buscó dar detalles de su actividad con la venta de efedrina, en la que reconoció estar involucrado, y vinculó en esos negocios a Echegaray.
«En el tráfico de efedrina legal e ilegal estaba vinculado Ricardo Echegaray», había dicho el detenido a la prensa cuando todavía estaba en Paraguay; ayer, frente a la jueza, dio más detalles en torno a esa acusación, señalaron fuentes con acceso a lo que dijo el detenido.
El preso vinculó a otros «ex funcionarios de la Casa Rosada», a través de terceras personas, señalaron las fuentes. Mencionó también a José Ramón Granero, ex titular de la Sedronar que está procesado por el descontrol en el otorgamiento de permisos de importación de esta materia prima usada para fabricar drogas sintéticas.
Pérez Corradi fue trasladado desde una sede de la Gendarmería Nacional, en Retiro, hasta el juzgado de la jueza María Servini y declaró en medio de severas medidas de seguridad.
La declaración, que comenzó ayer temprano, se interrumpió cerca de las 18 y continuará hoy, indicaron las fuentes del caso. Precisaron que el imputado estuvo acompañado por sus abogados Carlos Broitman y Juan José Ribelli.
También se hizo presente en el edificio de los tribunales la ex mujer de Corradi, Liliana Aurehhuliu.
«Él va a contar todo. Lo lleven a Ezeiza o a Guantánamo», dijo a DyN Broitman en uno de los breves cuartos intermedios que tuvo la extensa declaración, en medio de medidas de seguridad que incluían evitar que se pudiera transitar por la puerta del despacho de Servini.
Pérez Corradi llegó al país el martes pasado en medio de un espectacular operativo policial que incluyó un efectivo de la Gendarmería haciéndose pasar por él cuando lo bajaron del avión.
Fue llevado al edificio Centinela, de la Gendarmería, y el miércoles estaba previsto que declarara en los tribunales de Comodoro Py 2002, justo al mismo tiempo en que tenía que hacer su aparición en el edificio judicial la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
A pedido de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la jueza se trasladó hasta el edificio Centinela para escuchar al detenido en su lugar de detención.
Y allí le preguntó si sabía quién era «la Morsa», un extraño personaje que aparecía detrás de Sebastián Forza, una de las víctimas del triple crimen.
Pérez Corradi aseguró que «la Morsa» era Aníbal Fernández, el ex jefe de Gabinete kirchnerista, pero aclaró que lo sabía porque se lo había dicho Forza, ya fallecido.
fuente LA NACIÒN