Se lo conocía como «Programa 59», pero más allá del nombre de fantasía, fue el más impresionante sistema de financiamiento para todo tipo de destino que manejó desde 2012 el Ministerio de Planificación Federal.
Fue en ese lugar, en el Programa 59, donde anidó el mecanismo que utilizó el kirchnerismo para llegar a la comunidad artística mediante la financiación de series y programas de televisión. En total pasaron por ese pliegue de la administración $ 5082 millones entre 2012 y 2015, de los cuales 1128 millones recibieron las productoras de televisión para la filmación de poco más de 300 programas. Además de TV, desde ese rincón del ministerio que manejó Julio De Vido en los últimos 12 años se autorizaban los pagos al Programa Enamorar, la primera política oficial destinada a fomentar los valores del amor, según la descripción oficial.
El ránking de las producciones que más dinero recibieron lo encabeza Mamá Corazón, una miniserie protagonizada por Andrea Del Boca y dirigida por su padre, Nicolás. Para la filmación de la pieza se le depositaron 25,6 millones de pesos.
Como en la mayoría de las cintas, el sistema de financiamiento se realizaba mediante el uso de convenios con universidades nacionales, en este caso la de San Martín (Unsam). De esta manera, quien fue una niña prodigio terminó cobrando su producción por intermedio de la alta casa de estudios bonaerense.
El segundo lugar lo ocupó no una serie sino un conjunto de piezas que internamente se llamó Producciones Untref. La Universidad Tres de Febrero dispuso de $ 16 millones para componer obras de arte que se proyectan en UN3, el canal de televisión que tiene la universidad y que se puede ver en Internet.
El podio se completa con «El otro, no todo es lo que ves». La serie fue producida por Professio Divinius, una firma de Luis Quinelli, un ascendente empresario que, además de producir televisión, fue el hacedor de una gran cantidad de contenidos evangélicos financiados por el Ministerio de Planificación a través del Programa Enamorar.
Además de «El otro», este emprendedor artístico, que es dueño de la proveedora de Internet Sion, produjo con fondos aprobados por De Vido «El secreto de los Rossi» y «La misión». Por cada una de ellas recibió un aporte de $ 7,15 millones, que se canalizaron a través de la Unsam y el Consejo Interuniversitario Argentino, una entidad en la que están representadas todas las universidades nacionales.
Quinelli, además, tiene otra producción en marcha, «Animal político», con un presupuesto de $ 13,5 millones, que aún no se ha estrenado. En este caso, se trató de un concurso que organizó el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), en el que, además, resultaron premiadas «Cartoneros», «Milagros en campaña», «Mis noches sin ti», «Misterios Argentinos», «Olimpia, camino a la gloria» y «Todos Comen».
La más exitosa
Las ganadoras recibieron aportes por $ 13,5 millones cada una. A este universo de ganadoras debe sumarse la más exitosa de todas: «El clan, la historia de los Puccio», emitida por Telefé y por el canal de cable TNT.
Entre los proyectos que tuvieron subsidios por más de 10 millones está «4 reinas», una comedia producida por Atuel, una empresa integrada por la actriz Melina Felisa Petriella, su hermana Julieta Corina Petriella y el actor Fabio Di Tomaso. Según publicó LA NACION en diciembre pasado, la productora habría tenido un lobbista de lujo, Hugo De Vido, hermano del ahora ex ministro.
Otro de las producciones con aportes estatales es «El pacto», la versión televisiva del informe de Guillermo Moreno sobre Papel Prensa. La obra tuvo subsidios del Estado por $ 4,55 millones y fue producida por Tostaki, una cooperativa audiovisual que está liderada por Alejandra Minnicelli (esposa de Julio De Vido) y por Marta Cascales, (esposa de Moreno). «Bajo el cielo de Orión» es otra de las miniseries de esta firma por la que se entregaron 7,15 millones de pesos.
fuente LA NACIÒN