Desde enero hasta la fecha, los precios de los autos 0 km subieron 28 por ciento. Para fin de año, los concesionarios creen que ese porcentaje se estirará un poco más, hasta 30 por ciento. Ésa será la variación anual, por debajo de la inflación pronosticada y la devaluación con la que cerrarán 2016.
Ésta fue la estimanción de los principales dirigentes de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argetina (Acara) en su almuerzo de fin de año, que se realizó ayer en el Alvear Art Hotel. «Los autos aumentaron mucho en el segundo semestre del año pasado porque todas las terminales se manejaban con el contado con liquidación», criticó Rubén Beato, miembro de la comisión directiva de la entidad. El dirigente retrataba así el final del kirchnerismo, el año pasado, cuando el mercado, de demanda sufría controles a las importaciones y cupos para conseguir dólares, lo que frenaba insumos para la producción local. Sin valor de reposición y con deuda en dólares los precios de los autos se dispararon y era difícil encontrar un 0 km.
Todo cambia
Todo cambió radicalmente en los últimos meses. El hundimiento del mercado brasileño -que hizo que las exportaciones argentinas se desplomaran y la producción local se volcara al mercado interno- y la apertura de importaciones en el sector -que hizo aparecer la sobreoferta brasileña- provocó una fuerte competencia en un mercado repleto de bonificaciones y financiamiento barato pese a que, gracias a los impuestos locales, los autos nuevos distan de ser baratos. «Los 0 km son los más caros de la región, sacando a los uruguayos», contó Dante Álvarez, presidente de Acara. «El mercado argentino es increíble. Pagamos cualquier cosa», agregó. El precio promedio del auto argentino, según Acara, ronda los 350.000 pesos. El margen bruto de las concesionarias es de 14% y se achica a 2% tras el pago de impuestos. «El 70% de nuestro margen se va en impuestos», se quejó Abel Bomrad. «El sistema impositivo argentino es desastroso. Si no se modifica en los próximos tres años vamos a tener que ir a un nuevo blanqueo. Todas las distorsiones empujan a los empresarios a negrear», advirtió.
Para este año, los empresarios estimaban un mercado de 560.000 unidades y cerraría cerca de las 700.000. El año que viene esperan un alza de un 5% en las ventas. En 2015 se vendieron 643.672, según los datos oficiales. Sobre la venta de los usados, que caen en picada, los empresarios creen que aún no encontraron su precio. «Hoy, por un poco más te comprás un auto nuevo», explicó Bomrad.
fuente LA NACIÒN