Por quinta vez en diez años, Daniel Filmus encabeza la oferta electoral del kirchnerismo en la ciudad de Buenos Aires. Dice que lo hace con «más fuerza que nunca» porque estas elecciones deben servir para decirle al gobierno de Mauricio Macri que modifique el rumbo. Sostiene, además, que no ostenta el récord de derrotas en la Capital. ««Lilita» Carrió se presentó ocho veces y no ganó nunca. Ahora se pasó al partido que gana. Así es fácil», dispara en una entrevista con LA NACION, y acusa a la candidata del oficialismo de ser «incoherente». Aunque insiste en que el eje de los comicios debe ser la situación económica, dice que «la democracia no puede tener ningún tipo de tolerancia con la corrupción», evita opinar sobre la honestidad de Julio De Vido y se despega de Guillermo Moreno , uno de los rivales internos de Unidad Ciudadana en las PASO del frente Unidad Porteña.
-¿Votar a Unidad Ciudadana contribuye a que vuelva Cristina a la presidencia en 2019?
-Estamos en 2017. No es la primera vuelta de 2019 ni la tercera vuelta de 2015. En 2015 la ciudadanía tomó una decisión, la gente nos eligió para ser oposición. Tampoco estamos discutiendo quién va a ser presidente en 2019, pese a que algunos quieren adelantar esa discusión. Las elecciones de medio término sirven para decir si hay que seguir por el mismo rumbo o cambiar. No es una elección para cambiar de gobierno sino para mandarle un mensaje al Gobierno.
-¿El deterioro económico empezó en diciembre de 2015 o venía de antes?
-La evaluación que hizo la sociedad en 2015 no fue positiva y por eso perdimos las elecciones. Pero desde ese momento todos los indicadores han empeorado.
-El Presidente dijo que si gana el oficialismo van a insistir en la expulsión de De Vido. ¿Usted cómo votaría?
-En 2013 fui el único senador que pidió el desafuero de Menem, pero no tuve resultados porque el desafuero lo tiene que pedir la Justicia. Lo que quedó en evidencia en Diputados es que el Poder Legislativo no tiene que pasar por encima de la Justicia. La culpabilidad no puede quedar librada a la subjetividad de los legisladores. Pero, al mismo tiempo, digo que la democracia no puede tener ningún tipo de tolerancia con la corrupción. Cualquier desvío tiene que ser castigado por la Justicia, porque si hay impunidad, hay un riesgo de repetición.
-¿El precepto de tolerancia cero a la corrupción rigió durante los doce años de kirchnerismo?
-Vuelvo a plantear el tema de la Justicia. La corrupción no tiene banderías políticas. Ningún tipo de corrupción tiene que ser aceptado y la Justicia tiene que operar.
-Usted fue ministro cuatro años. Además de tener cinco procesamientos, De Vido tuvo bajo su órbita a José López y Ricardo Jaime, responsables por casos de corrupción ya comprobados. ¿Él pudo estar ajeno a todo?
-Mi opinión subjetiva sobre De Vido no le interesa a nadie. Lo que interesa es que la Justicia determine si hubo o no casos de corrupción y los castigue. También es grave que se usen estas cuestiones para desviar el eje sobre el que tienen que definir los argentinos, que es la marcha de este gobierno.
-Desde 2011 el kirchnerismo no supera el 25% en la ciudad. ¿Por qué esta vez sería distinto?
-En todos estos años tuvimos una ciudad que recibió los beneficios de un país que aumentaba su consumo, generaba trabajo y bajaba la desocupación. Esas políticas generaron una ciudad pujante, donde faltaban locales para abrir comercios. Hoy tenés una ciudad muy golpeada. Estuvimos en los outlets de Córdoba y el promedio es de cuatro locales cerrados por cuadra. Los mismo pasa en Once y en la calle Florida. Miremos lo que pasa en la educación. Por primera vez en 20 años empezamos agosto sin acuerdo salarial. Terminan las vacaciones de invierno y ya hay huelga.
-Encara su quinta campaña como cabeza de lista, todas elecciones que el kirchnerismo perdió. ¿No se cansó todavía?
-Todo lo contrario. Encaro esta campaña con más fuerza que nunca porque somos portadores de una demanda que es más fuerte que nunca. Lo que no va a pasar es que encare una campaña modificando mis ideales. «Lilita» Carrió se presentó ocho veces y no ganó nunca. Ahora se pasó al partido que gana. Así es fácil. De lo que se trata es de ganar defendiendo los ideales que uno tiene.
-Después de las PASO puede que comparta lista con Guillermo Moreno. ¿Le molesta?
-Nosotros, para tener nuestra propia mirada, no hicimos la lista con Moreno. Competimos con él en las PASO y aspiramos a ganar para tener nuestra propia lista.
-¿Qué mirada tiene de la intervención del Indec?
-He sido crítico, por eso no compartimos la lista.
-Dijo que «Macri es un neoliberal malo» porque no bajó la inflación ni el déficit. ¿Cómo definiría a Carrió?
-La respeto como dirigente, pero es incoherente. Cuando uno escucha las opiniones que tenía de Macri y la escucha ahora, su característica principal ha sido la falta de coherencia.
-¿Y Martín Lousteau?
-Es una variante del oficialismo. Quiso estar dentro de Cambiemos, recomienda votar a Cambiemos en la provincia y no sabe a qué bloque va a ir en Diputados.
fuente LA NACION