“Si la Justicia me da las garantías de seguridad suficientes, voy a revelar los nombres de ex funcionarios K de la provincia de Buenos Aires, Formosa y Chaco, de la Aduana y del Banco Central que lavaban dinero de la obra pública”, dijo ayer Mariano Martínez Rojas a su entorno en EE.UU. donde se encuentra, según revelaron fuentes empresarias a Clarín. Martínez Rojas fue el comprador de los medios K Tiempo Argentino y Radio América en una sospechosa negociación con Sergio Szpolski (Ver aparte).
Martínez Rojas, quien desde hace un año se fue del país por «amenazas e intento de secuestro de su mujer», está dispuesto a declarar como arrepentido, con un régimen parecido al que usó el ex valijero Leonardo Fariña, contó, por otra parte, el abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten a este diario. Como primera medida, el letrado solicitará hoy la eximición de prisión del empresario y medidas de seguridad para su cliente si llegara a volver al país. “Vivo con custodia permanente porque soy una boleta que camina”, relató el empresario a sus allegados.
Martínez Rojas mostró su disposición a colaborar con la justicia luego de que el juez en lo penal económico Gustavo Meirovich ordenó ayer su captura nacional e internacional en la causa por lavado de dinero en que se investigan maniobras con las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI) por 300 millones de dólares durante el gobierno K. En esta causa está imputado el ciudadano coreano conocido como “Mister Korea”, entre otros. Meirovich también detuvo a una mujer y ordenó la indagatoria de un ex gerente del banco Patagonia. Las DJAI fueron implementadas por el ex secretario de Comercio K Guillermo Moreno durante el cepo cambiario para permitir el pago en dólares de importaciones. Pero varias bandas simulaban importaciones para sacar dólares a 8 pesos cuando ya valían más de 12 en el exterior. La causa se abrió por una denuncia del titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión.
Según las fuentes, el empresario correntido contó a su entorno que tiene “una valija con 70 kilos de documentación” para respaldar su eventual confesión y que “yo era solo un empleado que recibía órdenes y ejecutaba”. “Esa valija es mi seguro de vida”, añadió.
Cuando le preguntaron cómo era la operación, contó que “yo recibía, por ejemplo, cheques de refacturaciones de obras públicas de Formosa que se depositaban en cuentas de empresas que cotizan en la Bolsa de Buenos Aires y luego se sacaba en los bancos el dinero en efectivo”. Entre el 2014 y el 2015, afirmó que con ese procedimiento se movieron “50 millones de pesos por semana”. Precisó que una de esas operaciones se hizo a través de la “empresa Monky”. El juez Meirovich investiga a 56 empresas truchas usadas para fugar los dólares a a través de las DJAI.
Antes las dudas, precisó que parte de esas supuestas operaciones “eran líneas que bajaba el empresario Roberto Erusalimsky quien llegó a mi conocimiento a través de mi ex amigo y vendedor de autos de alta gama Malek Fara”. Erusalmsky es el mismo empresario que le compró un campo en Mendoza a Fariña quien lo había adquirido en comisión por 5 millones de dólares para, según dijo, el empresario K Lázaro Báez. Fara le vendió autos de alta gama a Fariña y al ex director de la fundación de las Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender. Propuso que la Justicia pida las grabaciones de las cámaras de seguridad del garage del ex museo Renault donde tenía una “cueva” financiera y afirmó que “verán entrar muchas camionetas y a Fariña”.
En su descripción, de la supuesta operatoria de lavado aseguró que “también cambiaba cheques de la Lotería de Buenos Aires cuando estaba en manos del sciolista Luis Peluso o de la lotería del Chaco”.
Enojado con la situación que está viviendo, señaló “no quiero ser el payado de la fiesta, mientras ex funcionarios de la Aduana como “Barros, un socio de Mr. Korea, lo vieron tomando sol en el hotel Ritz de Miami como si nada”.
Denunció que se fue del país en noviembre del año pasado “porque me amenazaron de muerte, balearon mi camioneta y efectivos de la policía bonaerense trataron de secuestran a mi mujer”.
“Si yo hablo, saltan negocios de ex funcionarios K”, les dijo cuando le pidieron que documentara lo que denunciaba a fin de no quedar solo como un “mensaje” para terceros, en vez de terminar con una verdadera colaboración eficaz con la Justicia como hizo Fariña. En todo momento, Martínez Rojas buscó de aclarar que “no estoy fugado, ni escapado, solo quiero que me den las garantías de seguridad necesarias para declarar”. En caso de no conseguirlas, dice que está dispuesto a pedir asilo político en Estados Unidos a cambio de la información que tiene que dice involucra a ex funcionarios, empresas y bancos.
fuente CLARIN