La buena nueva
A las cuatro semanas, el embrión apenas alcanza el tamaño de un grano de arroz, y en las dos semanas siguientes se empieza a formar el tubo neural, que luego se convierte en el cerebro y la médula espinal. Al mismo tiempo, se van desarrollando el corazón, el tubo digestivo, los órganos sensoriales, y apenas un esbozo de los brazos y las piernas. En la mujer, la ausencia de menstruación puede ir acompañada de otros síntomas como cansancio y somnolencia, aversión a ciertos alimentos o antojos de algunos, deseos frecuentes de orinar, sensibilidad en los senos y cierta irritabilidad similar a la que aparece en la época premenstrual.
Mes 2
Un corazón que late
Los rasgos del bebe empiezan sutilmente a dibujarse y su cuerpo se triplica en tamaño para alcanzar unos 2,5 centímetros de largo y pesar 3 gramos. En su piel crecen finísimos vellos. Las extremidades superiores se desarrollan primero que las inferiores. En la séptima semana ya están presentes todos los órganos vitales, que deberán alcanzar su madurez en los meses siguientes. El corazón adopta su forma definitiva y late 150 veces por minuto, un ritmo dos veces mayor que el de un adulto.
Mes 3
Comienza la etapa fetal
Todos los órganos quedan formados. De aquí en adelante sólo resta la maduración. También los huesos comienzan lentamente a endurecerse. Realiza sus primeros reflejos de succión y traga líquido amniótico que luego secreta como orina. A veces puede padecer hipo. Tiene uñas en los dedos de sus manos y pies, e incluso puede que le haya crecido algo de cabello. El bebé puede medir entre 5 y 7.5 centímetros y pesar 15 gramos. Los órganos reproductores están desarrollados, pero el sexo aún resulta difícil de distinguir.
Mes 4
¿Niño o Niña?
Con su rostro, todavía en formación, hace algunas muecas graciosas, como fruncir la frente o ponerse bizco. Su piel es casi transparente y su aspecto general aún es delgado y con una cabeza grande. Aparecen cejas y pestañas muy finas, y empieza a pigmentarse el cabello. Es posible identificar el sexo a través de una ecografía. Al concluir el mes, alcanzará aproximadamente 13 centímetros de largo y pesará unos 180 gramos. Sus párpados están cerrados; sin embargo, los ojos ya son sensibles a la luz que traspasa la pared por el abdomen materno. En la madre desaparecen gradualmente algunas molestias del primer trimestre.
El bebé escucha
Un agudo oído permite escuchar el latir del corazón de su madre y los sonidos del exterior. En este mes disminuye el crecimiento para que el desarrollo se concentre en la maduración de los órganos, especialmente de sus pulmones, sistema digestivo e inmunológico. El feto mide entre 20y 25 centímetros y pesa aproximadamente 300 gramos, y su actividad es suficientemente intensa para poder ser percibida por la madre. El metabolismo de la madre se acelera para que exista una mayor circulación sanguínea y de oxígeno que nutra a la criatura.
Mes 6
A toda marcha
El feto ya ha alcanzado una importante maduración. Su piel ya no es transparente, pero sí muy delgada y rojiza, ya que todavía le falta acumular grasa. Mide 33 centímetros y pesa alrededor de 800 gramos. Los huesos comienzan a endurecerse y el cuerpo a crecer mas rápido que la cabeza. Aparecen las líneas de la palma de sus manos. Durante la semana veintidós, la criatura abre sus ojos y tiene ciclos de sueño y vigilia. En esta etapa, las células cerebrales, controlan el pensamiento consciente, tienen una importante maduración. En caso de nacer ahora, puede sobrevivir con cuidados intensivos.
Mes 7
Bebé en forma
Ya parece un recién nacido. Tronco, extremidades y cabeza están ahora completamente desarrollados y en proporción armónica. Durante los últimos meses ha estado ejercitando su respiración, aspirando líquido amniótico en lugar de aire, hasta desarrollar un ritmo adecuado y constante. También ensaya la succión, tragando parte del líquido que luego secreta en forma de orina.
En la semana treinta pesa aproximadamente 1.400 gramos y mide 28 centímetros desde las nalgas hasta la cabeza. Al final del séptimo mes, el feto se chupa el dedo, tiene hipo, llora e incluso puede percibir sabores dulces y amargos. Los pechos de la embarazada comienzan a secretar una sustancia acuosa llamada calostro, que puede empezar a salir en pequeña cantidad por los pezones y que será el primer alimento que recibirá el recién nacido.
Mes 8
Casi listo
La piel del feto adquiere una tonalidad rosácea y tersa gracias a la grasa que ha acumulado, mientras que sus uñas crecen hasta alcanzar la punta de los dedos. Su cabello también ha crecido. Durante este mes aumenta bastante de peso, alcanzando los dos kilos y medio y 45 centímetros. Lo más probable es que el feto voltee la cabeza hacia abajo y encaje su cráneo en la pelvis de la madre, acomodando su posición para el parto, pero si esto aún no ocurre no hay razones para preocuparse, ya que algunos no lo hacen sino hasta el momento del parto. La madre podrá notarlo porque el abdomen desciende levemente, lo que le permite respirar con mayor facilidad.
Mes 9
La hora feliz
En el noveno mes, los pulmones ya están maduros, el nacimiento puede ocurrir en cualquier momento. Las defensas con las que enfrentará al mundo aún son precarias, por eso la madre lo provee de anticuerpos mediante la placenta y una vez nazca, se los dará a través de la leche materna. Su poseo bordea los tres kilos y está completamente maduro. A pesar de la ansiedad que puede sentir, la madre debe tomar con tranquilidad este período y disfrutarlo al máximo.
fuente: taringa