Si bien la Constitución le otorga un plazo de diez días hábiles para hacerlo, el presidente Mauricio Macri resolvió firmar hoy por la mañana el veto en forma total a la ley antidespidos que los partidos de la oposición aprobaron ayer a la madrugada en la Cámara de Diputados y que le impuso al Gobierno el mayor desafío político desde su asunción, el 10 de diciembre último.
«Seguramente el veto será mañana [por hoy] y será en forma total», confió a LA NACION una fuente muy cercana al jefe del Estado. Según el análisis que hicieron los allegados al secretario de Legal y técnica, Pablo Clusellas, la redacción del texto de la ley está muy entrelazada entre sus dos puntos centrales: la suspensión de los despidos por 180 días y la doble indemnización para trabajadores que resulten despedidos en ese lapso. Y, por lo tanto, se hace difícil el veto de un punto sin vetar el otro.
Según se programaba ayer en la Casa Rosada, la oficialización del veto total sería hoy, a las 10.30, durante un acto en la empresa avícola Cresta Roja, donde se anunciará la incorporacion de nuevos trabajadores. Según confiaron fuentes del Gobierno, Macri aprovechará la ocasión para hacer una dura crítica al peronismo por aprobar la ley.
«El Presidente no lo vetó hoy [por ayer] porque prefirió tomarse 24 horas para revisar el contenido de la ley, y organizar la fundamentación y la redacción del veto», señaló a LA NACION uno de los voceros oficiales de Mauricio Macri.
«No se puede vetar sólo la doble indemnización sin vetar la suspensión de los despidos», dijo un funcionario de alto nivel.
En un principio, el macrismo analizó eliminar sólo la doble indemnización por despidos. Pero en las últimas horas el Presidente evaluó que dejar en pie la suspensión de los despidos por 180 días sería una mala señal hacia los empresarios que quieren invertir y crear puestos de trabajo.
El primer mandatario considera, al respecto, que los capitales productivos frenarían inversiones por temor a que, si despiden a sus empleados, éstos recurran a la vía judicial para su reincorporación obligatoria.
«Se optará por el veto total. Nosotros creemos que es una ley que ahuyenta inversiones y frena la creación de puestos de trabajo, como ocurre ya mismo en algunos sectores por el debate de la ley», señaló un funcionario macrista. «En realidad, la sanción de la ley siguió el objetivo político de dirimir las internas del peronismo y condicionar al Gobierno», agregó.
Con encuestas en la mano, Macri considera que el veto total no le significará un costo político en su popularidad porque ese precio ya lo pagó hace un mes, cuando anunció que rechazaría esa ley. En cambio, presume que puede ganar adhesiones por emitir una señal de firmeza ante el peronismo y el sindicalismo, que buscaron condicionarlo.
Los funcionarios macristas dejaron traslucir ayer cierta satisfacción: acordaron un pacto fiscal con los gobernadores, descomprimieron la tensión con las centrales sindicales, firmaron paritarias con los estatales por el 31%, elevaron el salario mínimo en el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil entre empresarios y sindicalistas y, en el proceso parlamentario, Cambiemos desplazó de la discusión política al jefe del Frente Renovador, Sergio Massa.
Bronca con Massa
El Presidente está enojado con Massa y aún están por verse los costos de la maniobra macrista: la ley fue votada por 145 diputados del Frente para la Victoria, del PJ y del massismo; los 88 de Cambiemos se inclinaron por la abstención. Pese a la derrota parlamentaria, Macri buscó precipitar la sanción de la ley para terminar, él mismo, con la discusión a través de un veto total.
Macri cree que Massa pretendía ganar el centro de la escena política al imponer su proyecto de ley alternativo de beneficio a las pymes y al empleo joven con los votos de Cambiemos, pese a que el macrismo también rechazaba esa iniciativa por el costo fiscal que implicaba.
«Massa quería condicionar al Gobierno. Para eso era mejor el proyecto del kirchnerismo, porque permitía un veto rápido y terminar el tema», resumió un funcionario.
«Se terminó de votar hace un rato, hay que ver cuestiones de procedimiento, fundamentarlo y redactarlo. Por eso se postergó el veto para mañana», dijo un vocero oficial.
En ello trabajaban ayer contra reloj Macri; el secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros de Trabajo, Jorge Triaca, y de Producción, Francisco Cabrera.
Después del veto, el Presidente pretende dar vuelta la página y enfocarse en futuros proyectos como la ley pymes, empleo joven, o blanqueo de capitales. El interrogante consiste en si podrá contar para ellos con la alianza con Massa.
fuente LA NACIÓN