A horas de dejar la titularidad de la CGT Azopardo (mañana termina su mandato luego de tres períodos seguidos como titular), a Hugo Moyano le cabe la frase de Eva Perón: «Me voy del cargo pero no de la lucha» ya que ayer atacó durísimo al Ejecutivo. «Este Gobierno no deja de hacer macanas que no sabe ni explicarnos por qué las hace porque tampoco las entiende: fíjense el disparate que armó con los aumentos en los servicios», criticó en su discurso de cierre en el Encuentro de la Juventud Sindical Nacional que se realizó en el predio que el gremio del Plástico tiene en Esteban Echeverría. Lo escuchaban unos 200 delegados de 60 gremios. Siguió: «Perón definió que el movimiento obrero es sabio y prudente y después dijo que el pueblo es manso y prudente, pero tienen que entender que no somos tontos porque cuando salgamos a pelear las reivindicaciones que le están quitando a los trabajadores va a ser una pelea muy dura y por lo que veo ese tiempo no está muy lejano porque la gente está podrida». Aclaró por las dudas: «Esto no es una amenaza».
Los ataques al Gobierno también sirvieron de rampa para posicionar a esta ala del movimiento obrero de cara a la unificación de la CGT a realizarse el 22 de agosto. Y dentro de ese posicionamiento está «mi compañero y amigo Juan Carlos Schmid» en boca de Moyano. El titular de Dragado y Balizamiento y de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) es el delfín del camionero en la futura conducción de la CGT. Así lo presentó el camionero en sociedad: «Seguramente estará entre los hombres que integren la futura CGT que va a llevar adelante una política de reclamar con firmeza los derechos de los trabajadores».
Lejos de serenarse, Moyano cargó también contra Mauricio Macri, aunque sin nombrarlo: «Este Gobierno no tiene ningún tipo de sentimiento hacia los más necesitados: parece que se burlaran de la gente porque hacen comentarios que no tienen nada que ver con la realidad, que en la casa se ande en patas o camiseta para no consumir tanta luz, todo esto tiene un límite».
El otro que recibió un palazo fue Sergio Schoklender. El camionero venía hablando de que su madre «este 23 cumple 99 años y vive en la misma casa que hizo mi viejo a través del Banco Hipotecario en el 54. Esas son las viviendas que hay que hacerle a los trabajadores y no las que hacía este Schoklender y compañía, que además de afanarse todo le daban viviendas de cartón a la gente. Esta es la diferencia de todos estos que pregonan el peronismo y tienen muy poco que ver con nuestro movimiento».
Schmid arrancó haciendo un repaso de la lucha sindical desde la democracia: criticó a Raúl Alfonsín por haberse puesto en contra a los gremios y luego reivindicó el rol del MTA (Movimiento de Trabajadores Argentinos, gremios que ayer estuvieron con Sergio Palazzo en Ferro, ver aparte) en los noventas por haber recuperado la CGT. Con vistas al 22 de agosto dio algunas pistas: «Hay que saber que la economía está dominada por grupos extranjeros y a pesar de los doce años en los que hubo un relato, esa taba no se dio vuelta. ¿Habrá un triunvirato o un unicato? ¿será de (Sergio) Massa, del Gobierno o peronista? Más allá de todo, hay que dar respuesta a la agenda fijada el 29 de abril que abarca inflación, desempleo, jubilaciones, derecho de huelga y la no intromisión en los temas intersindicales por parte del Gobierno; visto el cuadro de situación económica y social vemos que no habrá solución a corto plazo». Continuó: «A todo esto no puede renunciar la CGT y si hay algo que enaltece a Moyano es que en todos estos años nos hizo saber que somos dignos»
En la mesa junto al camionero estaban su hijo, el diputado Facundo, el dirigente Julio Bárbaro y los sindicalistas Julio Piumato (Judiciales), Juan Pablo Brey (Aeronavegantes) y el dueño de casa, Alberto Murúa y Schmid, obviamente.
fuente CLARÌN