La campaña, que para algunas provincias empezó en febrero, provocó un freno casi total del sector productivo
El calendario electoral, que en algunas provincias comenzó en febrero, provocó un freno casi total en el sector productivo a medida que la campaña fue cobrando centralidad, cuando se definió que quedaron en carrera dos modelos económicos antagónicos, fundamentalmente respecto del rol del Estado en las intermediaciones comerciales.
A pocos días del balotaje, el sector empresario espera expectante el día después de las elecciones. Por un lado, para saber qué plan económico se impondrá, pero también para empezar a salir de la parálisis, recuperar la estabilidad y comenzar a delinear algunas certezas necesarias para volver a producir y poner en funcionamiento las cadenas productivas.
“El próximo presidente rápidamente debe buscar los consensos necesarios para empezar a diagramar una hoja de ruta que permita equilibrar la macroeconomía, hasta que entren los dólares de la cosecha, del litio, de la energía”, señaló José Urtubey, directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), en diálogo con TN.
La coincidencia es total en todo el empresariado: la necesidad de avanzar sobre la base de consensos y de escuchar a los protagonistas del sector productivo, que son los que todos los días abren las persianas, generan empleo y deben afrontar una serie de compromisos que no pueden esperar los tiempos de la política, según dijeron a este medio.
Certidumbre y estabilidad, las dos palabras que más resuenan entre los empresarios
La inestabilidad que suelen generar los procesos electorales, este año se profundizó. Por un lado, por lo extenso del calendario electoral, pero también por la crisis económica que se aceleró en los últimos meses de la campaña.
El sector empresario advirtió sobre la urgencia de salir de esta situación, apenas se defina el balotaje, sin importar quién triunfe en la contienda. “Es necesario empezar un trabajo de construcción consensuado porque vienen meses difíciles hasta que empiecen a entrar divisas. Por eso, el ganador tiene que sentarse a convocar a todos para el consenso”, dijo Urtubey, uno de los empresarios que definió su respaldo público a Sergio Massa.
Natalio Grinman, presidente la Cámara de Comercio (CAC), coincidió en que “el gobierno saliente debe cooperar con la transición, ponerse a disposición del presidente electo para facilitar el proceso lo más posible” y que “el mandatario electo debería colaborar para reducir la incertidumbre”.
“No esperamos ni pretendemos que antes de asumir nos presenten un programa económico completo, pero sí sería muy bienvenido que anuncien líneas de acción, a fin de generar algunas certezas. Y que mientras tanto, en el tiempo que hay entre la elección y el 10 de diciembre, se conformen equipos profesionales que estén a la altura de los enormes desafíos que el país tiene por delante”, agregó.
En ese punto también coincidió Salvador Femenia, de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que dijo que para el día después del balotaje, “independientemente del resultado”, se espera “que no haya nada disruptivo” y confió en que “puede haber cierta tranquilidad a medida que el candidato que gane dé algún indicio de lo que va a hacer”. “Va a tener que empezar a tejer acuerdos, porque ninguno de los dos va a tener el sustento político necesario como para encarar las cosas que hay que encarar”, evaluó.
El sector pyme preocupado reclama sentarse en la mesa de discusión
Ser parte de la mesa en la que se debaten las políticas públicas es un histórico reclamo del sector pyme y, en el contexto actual, cobra fuerza. “Nos van a tener que preguntar a nosotros qué hace falta, porque la clase política estuvo probando modelos que no funcionaron”, sostuvo al respecto Fabián Castllo, de Fecoba, que también pidió “certidumbre” y cuestionó que “ninguno de los dos candidatos está diciendo el plan”.
Mario Galizzi, de Apyme Santa Fe, coincidió en la urgencia de sumar a las pymes al debate de país que viene. “El próximo presidente debe convocarnos porque ningún modelo económico funcionó exterminando a las pequeñas y medianas empresas, las mayores dadoras de empleo y las que sostienen la inclusión de miles de familias al sistema” dijo.
“Lo que tenemos que hacer es hacer entender al gobierno la importancia que tenemos las pymes en el desarrollo económico y social de la Argentina. Por eso tenemos que ser actores fundamentales y a partir del primer día tenemos que estar sentados en las mesas de decisiones de políticas públicas, de manera tal de plantear nuestras opiniones y definir claramente que no todos somos iguales”, agregó en el mismo sentido Juan Ángel Ciolli, de la Ceen.
Al respecto, precisó que “no se puede legislar igual para las grandes pymes que para las empresas grandes, tanto en lo fiscal, como en lo financiero y en lo laboral. Tiene que haber políticas diferenciadas, pero fundamentalmente una política industrial basada en el mercado, en consolidar el mercado interno”.
Los desafíos a futuro
José Luis Ammaturo, presidente de Camima, consideró que desde el día después del balotaje, el sector productivo necesita “volver a la normalidad; objetivos claros en la economía; un dólar adecuado; que se unifique el tipo de cambio, y un comercio más normal”. “El comercio está parado prácticamente porque hay mucha incertidumbre, no se sabe si se va a devaluar, si se va a mantener el tipo de cambio, y esto no ayuda a las operaciones comerciales”, explicó.
Para el mediano plazo, expresó que es necesario “bajar la carga impositiva, lo que significa un esfuerzo desde el Estado para gastar menos; modificar el entramado impositivo que complica a las pymes; unificar impuestos, y evitar la carga de retenciones y percepciones que tienen las empresas; volver a importar insumos, materiales, materias primas, elementos y herramientas necesarios también para exportar y tener un dólar competitivo”.
En ese punto coincidió Daniel Rosato, presidente de IPA, que dijo que el próximo presidente “debe llevar adelante un proceso de impulso al sector de las exportaciones, a través de promociones y buscando solucionar uno de los grandes problemas que tiene, que es la entrada de divisas al país”.
“Necesitamos un escenario más estable, donde podamos proyectar y pensar a futuro”, afirmó Paula Jankowicz, de Q Electric SRL, que reclamó “reglas claras y certeza para trabajar con estabilidad y poder proyectar”, porque “para las empresas es vital tener la capacidad de planificar sus acciones a futuro”.
También para Pablo Ruda, de la Cámara Argentina de la Industria Ferial, una de las principales necesidades es “ordenar la economía más allá de la macro”; garantizar “un panorama claro sobre qué es lo que se va a hacer, cómo se va a hacer y que se ordene la dinámica”. Al igual que el resto de los empresarios, reclamó “previsibilidad y que se acomode el dólar”.
En el mismo sentido, Jorge Sanvitale, de Mehcco SA le pidió al próximo presidente que “trabaje en conjunto con el Congreso para elaborar políticas de Estado que sean duraderas” y establecer “reglas claras y sostenibles, que permitan proyectar a mediano y largo plazo”.
También Matías Massotti, de Go Doctor, reclamó “estabilidad”. “La Argentina es un país que, más allá de estar en decrecimiento, el mundo de los emprendedores se sostiene; entonces necesitamos estabilidad para generar acciones que le permitan a los empresarios y emprendedores no solo sostenerse en el mercado, sino que también nos permitan crecer” explicó.